En el post "Carácter para ser un líder con autenticidad", escribí sobre rafting en ríos de aguas bravas, hice una relación con mi propio río interior y el “carácter” que necesito para navegar dentro de mi propia mente, entrar en esas aguas turbulentas, para conocerme a mí mismo y así activar mi conciencia, para transformar mi liderazgo actual, a uno con “Autenticidad”.

Hoy quiero presentar el nombre de  este río, Pacuare, el cual nace en la cordillera de Talamanca en Costa Rica, Centroamérica,  y donde se hacen travesías en balsas, de aproximadamente 18 kilómetros, hasta llegar poco antes de su desembocadura en el mar Caribe. 

Es un río rodeado de vegetación exuberante, que pinta un paisaje impresionante, alimentado precisamente por este caudaloso río, que fue catalogado  hace algunas décadas como el número 1 a nivel mundial, para llevar líderes de universidades reconocidas, con el objetivo de desarrollar su liderazgo. 

Liderazgo con Autenticidad del Río Pacuare

¿Por qué digo que este río tiene su propio “Liderazgo con Autenticidad”?, veamos algunas formas de pensar y comportarse de este río:

1. Tiene influencia con  marca de bienestar:

Impacta, no solo por ser majestuoso, sino por su  influencia en los participantes de cada balsa, que sale lavada junto con sus tripulantes, pero no solo lava sus ropas y zapatos, sino que también lava sus mentes y corazones, dejando un pedazo del río en sus vidas. 

Los influye de tal manera, que para muchos, sus vidas, son   un antes y un después del río. Este fue mi caso y luego llevé a cientos de participantes, para que también midieran su liderazgo, básicamente, porque la forma en que remo, es igual a la manera que lo hago en mi realidad cotidiana. 

Imagínese que este río es usted mismo, ¿quiere ser como él?, que lleva bienestar a muchos, que conoce muy bien los límites de su cauce y los  respeta, no abusa de su poder, está lleno de energía positiva, que reta a los que entran en contacto con él y lleva vida, porque tiene vida en sí mismo, que regala a su paso.

2. Es un eslabón para crecer: 

Si aprendemos a leerlo, conectaremos con él y aprenderemos a bailar junto con él, la misma melodía,  el miedo pasa a ser diversión,  recibimos recompensa tras recompensa, al superar cada tramo, aquí entendemos, que las dificultades, sólo son un eslabón para crecer.  

Este tipo de influencia, es definitivamente el “Liderazgo con Autenticidad”, porque nos inspira, a través de una travesía, maravillosamente vigorizante, nos reta a sacar nuestra vieja y aburrida zona de confort, dejarla en sus aguas y recibir  la recompensa del sabor del logro y la sensación indescriptible, de no ser el mismo, porque el río “apagó mis miedos y sacó mi fuerza”,  aprendí a levantarme después de cada caída y a levantar a otros.

3. Me reta a verme a mí mismo, para  tener conciencia: 

¿Cuánto me parezco a este río?, ¿quiero descubrirlo?, ¿enfrentar mis propias rocas?, ¿cambiar la percepción distorsionada de mí mismo y de mi entorno?

Sí queremos mejorar nuestro liderazgo, todos necesitamos superar “nuestro propio yo”, porque la vida que pasa frente a mis ojos, fue y será  diseñada por mis buenas o no tan buenas decisiones. Es una elección, vuelvo mi mirada a mí mismo, para entender porqué me pasa lo que me pasa, cómo lo podría mejorar y cómo influyo con mis palabras y comportamientos.

Sólo si tomo conciencia de cómo remo ante los retos, es que comenzaré a entender quién soy y siempre descubriré que soy mejor de lo que pensaba, que tengo la fortaleza de levantarme, ayudar a otros, para lograr resultados majestuosos juntos, porque encontramos el ritmo de remada idóneo, al superar cada tramo difícil del río.

4. Me empuja a cambiar mi manera de pensar.

De esto se trata la vida, es un camino que sigo, para cambiar mi manera de pensar, hasta lograr mi propio  “Liderazgo con Autenticidad”, es disponerme a ver hacia adentro, para luego poder leer mi gente, conocerla, conectar con ellos, solventar sus necesidades, vivir las caídas, tener que recuperarme, entender lo que mi compañero está pasando, ayudarlo a subir a la balsa, para que siga  siendo parte de la travesía.

Es así, como el cambio interior,  se nota en mis relaciones, entiendo que no estoy solo o que no se trata solo de mí, sino que construyo con otros la historia de mi vida.  

Es lo contrario al egoísmo, es salirme de mi propia cueva, ver más allá, integrarme y resolver con mi gente el reto de la remada, y así ayudarlos a ejecutar; esta es mi influencia, esto es “Liderazgo con Autenticidad”. 

Escrito por: Yolanda Oviedo

MSc. Psicología Organizacional

Directora de Desarrollo Organizacional de Método PENIEL