“¡Yo perdono pero no olvido! ¡Ya lo perdoné pero ojalá le hagan lo mismo!” Estas son frases que escuchamos día a día en la sociedad, a través de personas que hacen alarde de haber perdonado a alguien que les hizo daño. Sin embargo, el perdón poco tiene que ver con “guardarse las cosas para protegerse después” o con desear el mal ajeno. El perdón tiene que ver con amar sin condición.
¿Le ha pasado alguna vez que da un regalo y olvida quitarle la etiqueta del precio, causándole una gran vergüenza con la otra persona? La falta de perdón es lo mismo, es dar el amor con precio. ¿Por qué? Porque se vuelve un amor con condición, “yo le amo si usted hace…” “mi amor llega hasta…” Es por esto que el perdón tiene que ver con el amor.
¿Entonces qué es perdonar?
Según la Real Academia Española, perdonar es “remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa”. Es decir que a la persona no se le cobra su falta.
Aunque esto se dice muy fácil, en el día a día no lo es y es por esto, que la única forma de ser capaz de hacerlo es amando. El perdón es una consecuencia de la decisión de amar porque cuando yo amo, yo me dono.
Perdonar tiene que ver con soltar la herida para poder liberarse a sí mismo y a la otra persona. Tiene que ver con aceptar al otro con sus debilidades y fortalezas, con sus errores y virtudes; sin embargo, al mismo tiempo y desde el amor, poniendo límites para mantener las relaciones sanas.
¿Cómo puedo perdonar?
- Despersonalice la acción. ¿Qué le parece si hace un ejercicio? Recuerde la acción que le dolió: Él/Ella me dijo…, ahora quite el “me”. ¿Ve la diferencia? Cuando deja de lado el "me", puede ver las acciones como lo que son: acciones. La falta de perdón se da por una anteposición del ego y es aquí donde yo me pongo de primero sobre una acción que no tiene que ver conmigo. La otra persona responde desde su historia, es decir sus creencias, conductas aprendidas y heredadas; y es ahí donde puede ver la diferencia. El otro no LE hace, solo hace.
- Acepte la realidad. Muchas veces se le reclama al otro que cumpla con expectativas que tenemos de cómo debe ser la realidad. Entonces es importante, que usted vea al otro como es, con sus recursos, con sus limitaciones, con sus fortalezas; que pueda reconocer al otro como realmente es y que desde ahí usted pueda entender, que las personas actúan con las herramientas que tienen.
- Sane. Se dice muy fácil pero en este punto, es importante buscar ayuda: preferiblemente de un profesional o de un amigo o familiar. Hacerlo solo es difícil. Usted tiene que saber que se pueden recordar eventos traumáticos sin dolor y ahí es cuando nos damos cuenta que logramos perdonar.
- Tome decisiones. Hable con la persona, ponga límites o simple y sencillamente cambie su perspectiva y de esta forma, logrará ver la situación diferente.
Recuerde que la falta de perdón trae dolor para el que guarda el resentimiento, no para la persona que hirió. El perdón nos hace libres y nos ayuda a sanar. En este mes que se celebra el día del Amor y la Amistad, más que rosas o detalles regale el perdón.